SIGAMOS RECHAZANDO LA FARSA ELECTORAL CON LA ABSTENCIÓN Y VOTO EN BLANCO

Por Nuevo Partido Socialista de los Trabajadores

Las elecciones provinciales ya marcaron una tendencia: millones no fueron a votar o votaron en blanco, hartos de las mentiras y promesas de los distintos candidatos y de los obscenos gastos en publicidad.

El escepticismo de las masas no es privativo de nuestro país. Desde La Marx Internacional venimos señalando esta tendencia desde hace varios años: Chile, Irak, Francia, Perú, México, Ecuador, son algunos de los países donde se reveló este mismo fenómeno.

Nosotros llamamos a profundizar esa tendencia, la alentamos y la aplaudimos, porque se trata de un enorme salto en la conciencia. Es comprender que los partidos e instituciones de la democracia capitalista, la democracia de los ricos, no resuelve ninguno de los problemas fundamentales de las masas del mundo, como ellos mismos lo reconocen en un reciente informe que revela un crecimiento del hambre en el mundo: de 613 millones de hambrientos en 2019 se pasó a 735 millones en el 2022 (1).

Y usted puede pensar que votar en blanco es favorecer a los políticos de siempre ¡Todo lo contrario! En esta coyuntura el voto en blanco es un voto contra quienes nos gobiernan, contra la desigualdad, contra el capitalismo. No es casual que todos los medios y periodistas burgueses, que representan a los partidos de turno, estén hablando del voto en blanco como si fuese una gran tragedia a la cual hay que revertir ¡Y tienen razón en afirmar que es una tragedia! ¡Es la tragedia de los poderosos y sus gobiernos!

En las elecciones legislativas de octubre de 2001 ocurrió un fenómeno que nunca antes había ocurrido: la irrupción del "voto bronca" (conjunto del voto nulo y voto en blanco). Y ya sabemos lo que vino después, uno de los mayores procesos revolucionarios de la historia argentina: el Argentinazo. Es por esto que muchos analistas burgueses, oficialista y opositores, están renegando contra esta tendencia. Es que en las calles se siente el hartazgo, las ganas de ¡que se vayan todos!

En Argentina hace 40 años que nos versean: desde el eslogan alfonsinista de que "con la democracia se come, se cura y se educa", pasando por "la revolución productiva y el salariazo de Menem" hasta la falsa "década ganada" kirchnerista o las últimas experiencias desastrosas de Macri y este gobierno de Alberto, con Cristina de nuevo en el poder.

Ahora no pueden prometer mucho: Massa ya gobierna, con una inflación que se calcula llegará al 114% a fin de año. Al proponerlo como presidente, quieren preservar a Cristina de una derrota vergonzosa; los opositores Rodríguez Larreta y Bullrich son Macri, aunque el primero se trate de diferenciar.

Lo que propone Milei, por otra parte, es el secreto anhelo de los grandes capitalistas: avanzar en una reforma laboral y jubilatoria que desmantele todo tipo de protección social para la clase trabajadora, en nombre de la "libertad". Pero como Milei podría provocar un levantamiento popular si intentara aplicar su receta, lo dejaron de apoyar para seguir apostando a una especie de "bipartidismo" entre el peronismo y el PRO, con el mismo fin, pero con más cuidado.

Y ese es el punto esencial, por el cual nosotros llamamos a no votar o votar en blanco: porque cualquiera que asuma lo hará para garantizar la continuidad de la injusta y desigual Argentina capitalista. La Argentina en la cual el 1% que domina la economía siga disfrutando del esfuerzo ajeno, del esfuerzo que nosotros, la clase trabajadora de la ciudad y el campo, hacemos todos los días, solo para enriquecerlos a ellos mientras nosotros apenas sobrevivimos.

Celebramos la caída del peronismo, y el kirchnerismo como dirección del movimiento de masas. Este partido, que fue dirección del movimiento de masas por más de 70 años, está en una profunda crisis, producto de que viene protagonizado uno de los gobiernos más hambreadores de la historia: el gobierno de Alberto y Cristina. Hoy las masas, y los jóvenes odian al peronismo, se alejan y rompen con ese viejo partido. Esto constituye una revolución política, un proceso que está sacudiendo los sindicatos, las organizaciones de masas, democráticas, feministas, sociales, y está dando origen a una nueva camarada de dirigentes y activistas independientes del peronismo y la burguesía.

Es necesario que el nuevo gobierno nazca con el menor apoyo popular posible, de manera que podamos enfrentarlo en mejores condiciones, precisamente porque lo que nos espera con cualquiera que gane es más de lo mismo. A la vez, impulsamos y apoyamos las genuinas movilizaciones y puebladas y todas las experiencias de autoorganización: como la pueblada de los vecinos de Rosario contra el narcotráfico, la pueblada de los choferes de colectivos de La Matanza contra el asesinato de sus compañeros, la huelgas autoconvocadas de los docentes de Córdoba, Salta, y Jujuy, la movilización en Chaco por Justicia por Cecilia, entre las más destacadas, y las huelgas obreras de la UOM u otros gremios que salen a la lucha sin el apoyo de la CGT o la burocracias sindical de la CGT y CTA.

Tampoco llamamos a votar a la izquierda, en ninguna de sus variantes. Ésta, hace rato que se integró al régimen. Solo por presentarse a elecciones se les transfiere millones de pesos que sus dirigentes ocultan a las masas y a sus propios militantes. Según los montos oficiales que reciben para la campaña, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad (FITu) recibe $97.448.462 millones de pesos, ubicándose tercero en la lista, solo por debajo de Unión por la Patria ($419.285.697) y Juntos por el Cambio ($389.225.906) (2).

Los grupos de la izquierda que se presentan en estas elecciones llevan adelante un "kirchnerismo rosado". Le han capitulado al gobierno kirchnerista, del cual no son más que una réplica, alertando siempre sobre el peligro de la "derecha" y, por tanto, atemorizando a la clase obrera sobre un peligro mayor al actual. Veamos en Jujuy: junto con el kirchnerismo califican a un típico gobierno patronal autoritario y represivo como Morales de dictador, como si fuera peor que cualquier otro gobernador de provincia. Es una vergüenza que se nieguen a impulsar en Chaco, por ejemplo, la movilización popular contra el gobierno que prohijó y apadrinó al clan Sena, solo porque Capitanich es figura prominente del kirchnerismo.

Contra todas estas variantes, llamamos a impulsar y apoyar cada reclamo obrero y popular, en donde surja y contra el poder que surja, no importa la camiseta política que tenga.

• A favor de las masas jujeñas contra Morales.
• A favor de los docentes salteños, cordobeses, santacruceños, bonaerenses, contra los gobiernos del hambre.
• A favor de cada lucha obrera contra la miseria salarial, las condiciones de trabajo y los despidos.
• Por una Argentina gobernada por la clase obrera y el pueblo trabajador, que ponga en caja a la minoría capitalista de privilegiados, para acabar con el hambre, la desocupación, por vivienda, educación y condiciones dignas de vida para todos.
• ¡Voto en blanco o abstención!
• ¡Abajo el gobierno capitalista!
• ¡Por una Argentina socialista!

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