Editorial semanal Nº8, del 05 al 11 de diciembre de 2023

05.12.2023

Milei prepara el ajuste y las primeras reformas


Editorial del 05 al 11 de diciembre de 2023

"Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal eso va a impactar negativamente en la actividad económica. Por eso digo que la única billetera que va a estar abierta es la de Capital Humano para darle asistencia a los caídos" (Javier Milei, Ámbito Financiero, 30.11.23).

La estanflación, cabe aclararlo, es la combinación de inflación y recesión económica y ya la estamos sufriendo hace varios años. Lo que nos está diciendo Milei es que esto seguirá y se agravará, debido a que probablemente la inflación se dispare aún
más que ahora. En definitiva, empieza a correrse el velo de lo que nos espera: más hambre y miseria para el pueblo, mientras los bancos y las grandes corporaciones mundiales que dominan la economía argentina se frotan las manos esperando las primeras medidas de Milei. Eso sí, para "los caídos" seguirán los subsidios, es decir, la limosna organizada para que no haya un estallido social: he ahí el horizonte de máxima que nos espera con este sistema capitalista putrefacto.

Estas medidas serían enviadas al Parlamento el 11 de diciembre, para lo cual en su discurso de asunción convocará a sesiones extraordinarias. Si bien no se conoce el detalle de las mismas algunos de los probables cambios serían:

a) Reducción de ministerios

Dentro del envío se incluirá la reforma del Estado Nacional con foco en un recorte en la cantidad de ministerios, que pasarán de 19 a 8. De acuerdo a lo informado por el presidente electo, se verán afectadas las carteras de Ambiente, Ciencia, Tecnología e Innovación; Cultura; Desarrollo Territorial y Hábitat; Mujeres, Géneros y Diversidad; Transporte; y Turismo y Deportes.

Así, el organigrama del Poder Ejecutivo Nacional del nuevo gobierno estará conformado por ocho ministerios: Defensa, Justicia, Economía, Capital Humano, Relaciones Exteriores, Infraestructura, Seguridad e Interior.

Estos cambios no tienen ninguna incidencia, no mejorarán la vida de las personas, así como tampoco la mejoraron los 19 ministerios que hay hasta ahora. El problema no es qué Ministerios hay, sino a qué clase social sirven. Por ejemplo el Ministerio de la Mujer no sirvió para frenar la cantidad de feminicidios, ya que las causas estructurales de los mismos así como de toda la violencia social, los robos y asesinatos, reside en la descomposición del sistema capitalista, que envenena las relaciones humanas, promueve el atraso y la intolerancia, resguarda instituciones reaccionarias como las iglesias, promueve la falsa ideología de la competencia mientras se perpetúa bajo todos los gobiernos un sector de abundancia y privilegios y una mayoría de pobreza y exclusión. Del mismo modo y por las mismas razones, el Ministerio de Desarrollo y Hábitat ni garantizó el trabajo para todas las personas ni el acceso a la vivienda ni a condiciones dignas de vida. Antes bien, estamos llegando, según el último informe de la UCA, a una tasa del 45% de pobreza.

b) Privatización de empresas estatales

Como Télam, la TV Pública, YPF, AySA y Trenes Argentinos. De entre esas empresas, YPF es el mayor bocado, ya que Argentina es potencialmente un productor de peso en la producción de gas, petróleo y litio. Esta tendencia a una mayor apropiación por parte de las corporaciones mundiales ya la había adelantado Massa en relación al litio, para lo cual prometió en su campaña un régimen impositivo y laboral especial para los inversores internacionales. Es decir, pasando en limpio, superexplotación de la clase trabajadora y nulo aporte para el estado y las comunidades por parte de esos inversores, y por otro lado mayor destrucción ambiental y envenenamiento de aguas y tierras. No se trata de cuánta riqueza puede producir el país, sino a qué clase social sirve. Bajo el peronismo, el radicalismo, el macrismo o Milei todos los beneficios son para la clase capitalista que además está cada vez más concentrada en un puñado de corporaciones mundiales que asocian pero también dominan, a los capitalistas "nacionales".

c) Derogación de la ley de alquileres. 

Ni la ley actual ni la derogación de la misma por Milei garantizará el acceso a una vivienda digna para la mayoría de la población, que puede a duras penas pagar un alquiler o en miles de casos una habitación precaria, sin contar los miles sin techo alguno. Bajo el capitalismo, la vivienda es una mercancía más, inalcanzable para la mayoría de la población pero acumulada en abundancia en la clase capitalista. Es necesario un cambio revolucionario para garantizar el acceso a la vivienda de todos los ciudadanos y ello supone la expropiación de los capitalistas que lucran y especulan con las mismas.

d) Reforma laboral. 

Sabemos que Milei tiene como objetivo –largamente demandado por la patronal argentina- una profundización en las relaciones de explotación. Para el capitalista, el obrero o la obrera solo son un costo, una herramienta, un número. Pero es su herramienta más importante, sin la cual el mismo capitalista no puede existir. No puede prescindir de este costo, pero puede extraerle mayor valor. Justamente a eso apunta Milei y es algo que ya está negociando con la burocracia sindical peronista. 

Una de las variantes es limitar las indemnizaciones a un fondo de desempleo como en el gremio de la construcción, sector largamente precarizado. Otra de las ideas es implantar la libre negociación entre patrón y trabajador. A esto se refiere Milei cuando añora la "potencia mundial Argentina del siglo XIX y principios del XX". Y repetimos nuevamente que es un objetivo compartido por toda la dirigencia patronal, de ahí las promesas de Massa a los inversores capitalistas como su amigo Paolo Rocca, en relación al litio. Si para las grandes industrias ya instaladas no es tan fácil concretar estos cambios, debido a la resistencia que generaría, no lo ven tan difícil para las nuevas industrias que se radiquen en el país, con la excusa de "desarrollar nuevas regiones y crear empleo".

He ahí un trazo muy grueso sobre la orientación del nuevo gobierno, más allá de los primeros anuncios que formule la próxima semana al asumir.


Habíamos hecho hincapié en la anterior editorial sobre el problema de las Leliqs y todos los bonos en manos de los grandes bancos a los cuales Milei quiere garantizar una toma de ganancias segura, probablemente buscando un nuevo y gigantesco endeudamiento y a su vez una mayor tajada en las empresas que todavía tiene el estado, total o parcialmente. A su vez, es segura una nueva devaluación que llevará a un alza mayor de los precios, tal como lo reconoce el mismo Milei en la declaración inicial que citamos, aunque se cuida de mencionar a donde va a ir a parar ese corrimiento de precios: a los bancos y grandes inversores institucionales, a las empresas que dominan la economía del país, a ese 1% más rico que domina la Argentina.

Ante este panorama, es bueno preguntarnos cuál es la perspectiva para la clase obrera.

¿Se puede derrotar a Milei?

Milei es un gobierno débil. No solo por la escasa cantidad de legisladores propios, lo cual puede solucionar mediante acuerdos y transas con los restantes partidos patronales, sino también porque tomando la totalidad del padrón electoral solo alcanza a un 40% de la población y eso logrado en un balotaje, donde solo había dos opciones.

Milei es un gobierno débil. No solo por la escasa cantidad de legisladores propios, lo cual puede solucionar mediante acuerdos y transas con los restantes partidos patronales, sino también porque tomando la totalidad del padrón electoral solo alcanza a un 40% de la población y eso logrado en un balotaje, donde solo había dos opciones.

De todas maneras, hay otra razón de mayor peso aún y es la relación entre las expectativas de sus votantes con el programa concreto que intentará aplicar y que irá en sentido contrario a las ilusiones de las masas. Para empezar, gobernará con la misma "casta" que denunció en la campaña.

La salud y la educación pública serán más precarias, debido a los recortes previstos para en el gasto público. De ninguna manera habrá "vouchers" para que los estudiantes elijan adónde estudiar. Esa es una de las mentiras más absurdas de su campaña. 

El salario real no solo no aumentará, sino que justamente la reforma laboral propuesta va en el sentido de precarizar aún más no solo el salario, sino el conjunto de la relación laboral, ya que impulsará la libre contratación, considerando como "iguales" al capitalista y al trabajador que está obligado a vender su fuerza de trabajo para poder comer. La política de privatizaciones generará mayor desempleo y vulnerabilidad social.

Respecto a la inflación y a la recesión, él mismo reconoce que será de dos años, con lo cual está todo dicho. Ahora bien, esta política antiobrera de Milei no solo provocará la reacción de millones que lo votaron, sino también de los trabajadores que votaron a Massa, se abstuvieron o votaron en blanco.

Por una nueva dirección sindical y política basta de peronistas y reformistas

Frente a los anuncios del gobierno de Milei, Andrés Rodríguez, secretario adjunto del consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) habló manifestando la "preocupación" ante el anuncio de estanflación, y pidió "gradualismo". (mundo gremial 6/12) Es decir la CGT pide un ajuste "gradual", más "humano", un capitalismo "humanizado" lo cual es una declaración que muestra que estos dirigentes son una verdadera vergüenza, y ya se muestran cómplices del gobierno capitalista de Milei. La propuesta que hace la CGT es muy parecida a la desopilante propuesta que viene de los diputados de FITU que lanzan la campaña "hay plata", una campaña mentirosa, para embellecer el capitalismo. 

En el capitalismo "no hay plata" para los trabajadores y el pueblo, gobierne quien gobierne, para que haya plata tiene que haber un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Sacar una campaña de que "hay plata" es mentirle al pueblo sobre la posibilidad de un capitalismo más "humano", propio de un grupo reformista como el de Bregman y los diputados del FITU que votaron más de 24 leyes junto al gobierno peronista tal cual lo expresó Massa en el debate presidencial, para lograr un "mejor capitalismo". 

Moyano, Catalano, Grabois, el Fitu… ahora se pintan la cara y plantean pelear contra Milei desde el minuto uno. ¿Pero dónde estaban estos cuatro años que no llamaron a un solo paro general para derrotar el plan de hambre, inflación y miseria de Alberto, Cristina y Massa? ¿Dónde estaban las feministas burguesas que hablan contra el patriarcado pero no llamaron a denunciar a Capitanich cuando dirigentes kirchneristas de Chaco mataron a Cecilia?

Con dirigentes así, que capitularon año tras año al gobierno que las masas rechazaron electoralmente, no vamos a ningún lado. Con dirigentes como Sobrero o Crespo que llamaron a votar al enemigo de clase, no se puede garantizar ninguna lucha seria. No sirven los dirigentes peronistas, ni los reformistas que llamaron a votar a Massa.

Es necesario una nueva dirección sindical y política; una dirección democrática y consecuente, no rendida a los pies de este régimen capitalista que los compra con privilegios. Nos esperan tiempos duros y difíciles. Tenemos que construir una nueva herramienta de lucha acorde a los mismo. Será necesario enfrentar y derrotar a Milei y podemos hacerlo. Pero no sólo eso: podemos luchar por una salida de fondo, por una Argentina socialista, la lucha por un gobierno obrero y popular que termine con los peronistas, radicales, PRO, y Libertarios que solo saben gobernar en defensa de la Argentina capitalista de liberales y peronistas. 

Para luchar por esta salida te invitamos a sumarte al Nuevo PST y a La Marx Internacional.


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