Basta de hambre! Abajo el Plan de Milei!

Editorial del 17 al 23 de enero del 2024

Un camión vuelca con botellas de aceite y miles de pobladores corren a tomar esas botellas, cuyo costo está alrededor de $2000 cada una en el súper. Otro camión vuelca con vaquillonas y la gente aprovecha y faena ahí mismo. Un kilogramo de carne cuesta promedio $6000.
Son artículos de lujo para millones de personas hoy día. 

En González Catán, cinco vecinos de una zona de tosqueras (Barrio 8 de Diciembre) fueron asesinados impiadosamente por negarse a ceder a las extorsiones de una banda criminal que intenta controlar el asentamiento, en el corazón de la provincia gobernada por Kicillof.

Apenas tres ejemplos de la descomposición y miseria social crecientes, agravados por la devaluación monumental de Milei que impulsó aún más la hiperinflación y la aniquilación del poder de compra de las clases trabajadoras.

imágenes de los vecinos de Rosario llevándose las botellas de aceite y de los vecinos de Villalda, en el sur de la provincia de Santa Fe, faenando al costado de la ruta

Mientras tanto, Milei se pavonea en la Cumbre de Davos, prometiendo a los dueños del mundo que pueden seguir colonizando el país, que él hará lo posible para bajar más el salario y maniatar a la clase obrera para que sus inversiones sean seguras.

En ese marco la CGT, apoyada por las dos CTA y por la izquierda del FITU, larga un paro parcial, de medio día, sin preparación seria, sin deliberación en asambleas de base y con el objetivo mezquino de presionar para modificar algunos aspectos del DNU y la ley ómnibus en el parlamento. Esta gente hace cinco años que no llaman a un paro general: apoyaron al gobierno hambreador y corrupto de Cristina, Alberto y Massa, contra el que no movieron un dedo. Hoy mismo, pese a una aparente oposición al DNU pactan y negocian por abajo con el gobierno. El canal negociador está abierto todo el tiempo: buscan salvar sus privilegios, al mismo tiempo que responder a la presión de los miles de trabajadores que no aguantan más esta situación. 

El paro —aun así, y precisamente por la profundidad del ataque que estamos sufriendo—, puede ser tomado por miles de trabajadores para golpear fuerte al gobierno, en una acción que vaya más allá de los límites que quieren imponer los convocantes. Esa es la razón por la cual Massa, Cristina y La Cámpora se oponen a paro y a la movilización. Temen el riesgo de un desborde que desestabilice a Milei y ponga en riesgo el sistema. 

La campaña del miedo no funcionó, ahora hay que esperar. No voy a movilizar a La Cámpora ahora porque es hacerle el juego a Milei. (Máximo Kirchner)

Cuando el cineasta Aristarain plantea que el paro de la CGT debería ser por tiempo indeterminado hasta que caiga el gobierno, tiene razón. Solo que él sueña con volver a un gobierno peronista y nosotros decimos con toda claridad que el peronismo es tan reaccionario y antiobrero como esta gente. La única salida es derrotar al gobierno de Milei, por supuesto, pero no para que nos vuelvan a gobernar los peronistas, sino para luchar por un gobierno propio de los trabajadores, sin patrones, ni peronistas, ni libertarios, ni sindicalistas estafadores. 

Desde el Nuevo PST también impulsamos el paro, pero señalando claramente estas limitaciones y peligros. Con esta dirección no vamos a poder derrotar al gobierno, no es para nada la intención de los convocantes. Y esta posición debe ser expuesta con claridad, porque además hay millones de trabajadores que quieren luchar pero al mismo tiempo rechazan a estos canallas. No basta, como hace el resto de la izquierda, marchar separados u organizar un Plenario "combativo" para empujar y garantizar el paro, como hace el Secretario General del Sutna, mientras los despidos en su propio gremio se multiplican sin que frene ni uno y encima ocultando a los trabajadores los ataques a sus propios directivos, como está ocurriendo con el desafuero del compañero Castelli, con sentencia desde octubre y que solo hace unos días salió a la luz.

La verdadera posición de la izquierda la refleja la foto de sus parlamentarios sonriendo junto a la repugnante burocracia sindical. Bien dicen que una foto vale más que mil palabras. Para oponerse al DNU y a la ley ómnibus no hay ninguna necesidad de abrazarse a la burocracia sindical peronista.

Una salida contra el hambre

Aunque no hubiera DNU ni Ley Ómnibus, igualmente sería necesario parar el país con una verdadera huelga general, ya que la inflación y los despidos nos están hundiendo cada día más.
Hay alimentos de sobra, pero el pueblo no puede comprarlos; hay viviendas sin ocupar, pero no son accesibles; los medicamentos, el transporte, los servicios… todo está inalcanzable para los magros ingresos de la población. Entonces no hay que luchar solo contra el paquete reaccionario de leyes impulsado por el gobierno. Hay que luchar por alimentos, trabajo y vivienda, elaborando un plan obrero y popular de emergencia:

• Intervención por organizaciones de consumidores sobre el precio de alimentos, medicamentos y tarifas.
• Reincorporación de los compañeros despedidos en el Estado
• Fábrica que despide, pasa a control obrero y propiedad estatal nacional, provincial o municipal
• El 24 paremos contra el gobierno sin confiar en la burocracia sindical
• Abajo el plan de Milei
• Por un gobierno de emergencia apoyado en las instituciones populares que organicen la lucha

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