Derrotemos al segundo gobierno peronista

22.09.2021

Cayó el primer gobierno peronista de Alberto y Cristina


Juan Manzur al frente del nuevo gobierno capitalista del peronismo


Declaración La Marx Argentina y el Nuevo PST- 22/09/21

Tras las elecciones, y el brutal mazazo que le asestó el pueblo al gobierno de Alberto y Cristina asumió, de hecho, un nuevo gobierno. Ahora Juan Manzur encabeza en calidad de Jefe de Gabinete, una suerte de "Primer Ministro" al nuevo gobierno de Argentina, junto a todo un nuevo plantel que intentarán remontar el desastre electoral en que se encuentra el Partido Justicialista, y la crisis política en que se encuentra el gobierno peronista.

La mitad del pueblo le dio la espalda a las elecciones, con lo cual el peronismo perdió millones de votos. El peronismo se derrumbó, pero ninguna fuerza política capitalizó su derrumbe. Esos millones que le dieron la espalda al gobierno no apoyaron a la oposición capitalista de Juntos por el Cambio (JxC), ni a ninguna otra fuerza política.

Más de 14 millones que se abstuvieron y votaron en blanco/nulo, son franjas gigantescas de la población que rompieron con el gobierno, pero no ven ninguna alternativa real en los demás grupos políticos que se presentan en las elecciones. JxC saco menos votos que en la elección anterior. También los grupos de izquierda se estancaron en la cantidad de votos obtenidos.

Lo que propinó tan fuerte golpe al gobierno de Alberto y Cristina Fernández fue la acción masiva de millones que rompieron con el gobierno, y se abstuvieron o votaron blanco/nulo, porque no encontraron ninguna alternativa.


Mientras da su discurso reconociendo la derrota Cristina Kirchner cabizbaja, símbolo del brutal golpe recibido por el peronismo


Un nuevo gobierno capitalista para afrontar la crisis

El nuevo gabinete que acordaron Alberto, y Cristina está encabezado por viejos dirigentes reaccionarios del peronismo como Juan Manzur el ex gobernador de Tucumán, un personaje nefasto que se opone a los derechos de las mujeres, Aníbal Fernández, o Julián Domínguez. Los mismos cambios llevó adelante Kicillof el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, donde el derrumbe del PJ tuvo su epicentro al perder 2,5 millones de votos.

Allí se incorporaron representantes de los corruptos intendentes del PJ y el conurbano como el intendente de Lomas de Zamora Martín Insaurralde. En el nuevo gobierno nacional el presidente Alberto Fernández, electo hace apenas dos años, cumple un rol completamente secundario, decorativo. Es tan grande el rechazo que el pueblo tiene hoy por el Partido Justicialista, La Cámpora, y su gobierno, que debieron colocar viejos dirigentes para intentar sacar al peronismo de los escombros.

El pueblo los ha repudiado, harto del hambre, la pobreza, la miseria, la desigualdad social de una Argentina capitalista que el peronismo ha convertido en el disfrute de unos pocos. Y tras las elecciones no solo cayo el primer gobierno peronista, cayo también la cruel cuarentena capitalista que dejo el saldo de más de 100 mil muertos. Se anunciaron el fin del tapabocas, y nuevos levantamientos de restricciones.

El pueblo rechazo los decretos de confinamiento, el "quédate en casa", los vacunatorios Vip, las fiestas clandestinas del poder, etc. Por eso, los jóvenes fueron el motor del rechazo a todos los partidos.

La coalición capitalista JxC pone el hombro al gobierno

El primer gobierno capitalista de la coalición Frente de Todos se derrumbó, producto de la acción de las masas que los dejó sin apoyo. Pero tampoco pueden los demás partidos y grupos vanagloriarse. La mitad del pueblo rechazó la elección, y conscientes de la fragilidad en que está la democracia burguesa de la Argentina capitalista, Larreta, Vidal, Santilli, Macri y Burllrich, los dirigentes de JxC han hecho frente a la crisis del gobierno, un silencio absoluto.

Toda la charlatanería opositora de JxC se termina apenas corren peligro los negocios de los banqueros, grandes empresarios, y multinacionales. Con ese silencio, los dirigentes de JxC les permiten al Partido Justicialista rearmar gobierno y re lanzarse. Pero la bronca, el odio, el rechazo y la ruptura del pueblo es con todos los partidos, y también con los dirigentes de JxC, quienes son conscientes de que de la elección salen débiles todos los partidos, y organizaciones de la democracia capitalista.

JxC recibió 8 millones de votos de 34 millones disponibles para votar. Representan apenas a un 25% del padrón, y ni que hablar el PJ que quedo con el apoyo del 19%, un derrumbe espectacular del principal partido del capitalismo argentino. Por eso, la actitud de la coalición capitalista opositora es la de "poner el hombro" al gobierno peronista, y acompañarlo en su crisis, dándole oxígeno para que se recupere.


La ganadora coalición JxC le da oxígeno al gobierno para evitar su caida


La ola abstencionista que recorre el mundo llego a la Argentina

Las palabras de Alberto Fernández en su discurso de derrota fueron: "Solo quiero terminar mi mandato". Los guarismos que muestran los partidos burgueses y los reformistas de la izquierda argentina son los mismos que en Perú, México, Chile, EE.UU, Rusia, en todos los países, y continentes las cifras de abstención, y rechazo a los partidos capitalistas alcanzan índices históricos como en Francia.

En nuestro país una verdadera rebelión de millones enfrento y desafió el llamado de dirigentes, partidos políticos capitalistas, reformistas, medios de comunicación, burócratas sindicales, la Iglesia, autoridades, que llamaron a las masas a votar. Otra expresión del rechazo de las masas a la democracia burguesa fue la masiva deserción del 50% de autoridades del comicio, que tenían que controlar las mesas, y no se presentaron, sumados a los que rechazaron asumir la autoridad ante las ausencias.

Esta acción de masas, gigantesca, e histórica del pueblo argentino fue la que afectó los votación de los partidos capitalistas más importantes. Más atrás quedaron otras formaciones políticas en un terreno más marginal como Milei, que logra un tercer lugar en Capital, y cuarto en Provincia de Buenos Aires, con prácticamente los mismos votos que el Frente de Izquierda (FITU).

Milei es apoyado por franjas de la burguesía y clase media alta, pero son al igual que el FITU fenómenos que no tienen incidencia en la crisis política que vive el gobierno, el elemento central que dejaron las elecciones. Los grupos de izquierda nucleados en la alianza electoral FITU, tampoco pudieron capitalizar la crisis del peronismo.

La expresión de la crisis de la izquierda es su estancamiento electoral, los 3 grupos que inicialmente formaron el FITU PO, PTS e IS repitieron la elección de hace dos años de un poco más de 700 mil votos. El MST, que en la anterior elección primaria no era parte de la coalición, aporto 280 mil votos, y así llegaron al millón. Pero sacaron menos que otras elecciones, donde habían llegado a 1 millones 200 votos sin el MST.

El estancamiento del FITU se expresa en que cuando se derrumba el PJ, y millones rompen con ese partido, la coalición de izquierda saca los mismos votos, o un poco menos que antes. Se supone que el FITU debería crecer y captar a esos millones que se van desilusionados, pero eso no ha ocurrido.


La votación de la izquierda muestra el estancamiento. Los grupos que originalmente conformaron el FITU sacan poco mas de 700 mil votos, llegan al millón con el aporte del MST, pero no crecen, en medio de la ruptura de millones con el peronismo (Fuente: Periodismo de Izquierda MST)


El FITU no fue visto como una alternativa al gobierno producto de la política de "apoyo crítico" que ha tenido respecto del 1er gobierno de Alberto y Cristina, tanto apoyando la cuarentena capitalista del gobierno, o como sus políticas y proyectos parlamentarios. Los grupos reformistas presentan a esta elección como "un avance", pero mienten. Se benefician de los antidemocráticos mecanismos electorales de la democracia burguesa.

La democracia burguesa calcula los porcentajes de las fuerzas políticas, y las bancas y cargos que otorga en base a la cantidad de votantes. Como la mitad del pueblo no fue a votar, el Ministerio del Interior y las autoridades electorales otorgan a estos grupos porcentajes más altos, Milei aparece con entre un 9 o 10%, mientras que el FITU con un 7 u 8% en varios distritos.

Pero si se calcula la totalidad del padrón electoral, incluyendo a la mitad del pueblo que no votó, Milei tiene sólo el 6% o 5%, mientras que el FITU tiene 4%, o 3%. Si se mantienen estos guarismos, beneficiados por los antidemocráticos mecanismos de la democracia capitalista, estas fuerzas políticas pueden llegar a obtener más diputados nacionales, provinciales, y concejales. Pero aunque conquisten bancas y prebendas, no avanzan en apoyo en los trabajadores y el pueblo.

Tal como sucede con los demás partidos del régimen capitalista, en la medida en que crece el descreimiento, el rechazo, expresados en la abstención y voto blanco/nulo, crece el aislamiento político y social de todas las fuerzas políticas.

Derrotemos el nuevo gobierno peronista

Con la abstención, y el rechazo generalizado, millones tumbamos un gobierno. Ahora se trata de derrotar al nuevo gobierno acordado por Alberto, y Cristina, encabezado por Juan Manzur Aníbal Fernández, o Julián Domínguez. Este es un gobierno capitalista de los grandes empresarios, los banqueros y las multinacionales.

Tenemos que derrotar a este gobierno para lograr trabajo, salud educación salarios, y poder enfrentar seriamente la pandemia capitalista. Lo logramos en las calles, apoyando las luchas de los trabajadores, el pueblo, las mujeres, los jóvenes, y volviendo a rechazar a todos los partidos y organizaciones que se presentan en las próximas elecciones con la abstención y el voto en blanco. Desde La Marx Argentina y el Nuevo PST estamos convocando para llevar adelante este objetivo.

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